Porque anda que no fastidia acostumbrarte a una marca o un producto en concreto y dejen de traerlo en la tienda. Eso nos ha pasado con mi madre en un millón de ocasiones (bueno, no tantas, pero si muchas): con mis cereales de dinosaurus (que antes estaban super buenos y tardaban un ratito a deshacerse y ahora en cuanto los metes en la leche han desaparecido, y encima no saben igual); con el fregasuelos que nos gustaba el olor; el ambientador de pino; las galletas del desayuno de mi madre... Parece que los que deciden las marcas se escondan detrás de las estanterias y lo que nos mola en casa, lo quitan!
Pasar por un escaparate y gustarte mucho unos zapatos, botas o pantalones. Entrar a comprarlos y que no haya talla para tí. Menuda rabia que da, porque justo están toooodas las tallas menos la tuya...
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