Miedo...

Miedo...
De repente. Sin avisar. Sin ser invitado. Pero se ha colado por debajo de la puerta. 
Nadie lo ha llamado y nadie lo quiere. Pero allí está.
No le ha importado nada, ha venido y se ha quedado. Se ha agarrado con fuerza a nuestros corazones, impidiendo dormir por la noche y llenando los pensamientos de cosas feas e inquietantes. 

Los desamores, los estudios e incluso el trabajo han pasado a un segundo plano. ¿Qué más me da a mí que no me quieran? Eso ahora no me importa. Quién me lo iba a decir. Decía que mi mundo se había venido abajo por un amor incomprendido. No sabía lo que decía. Es ahora cuando todo se ha vuelto del revés y yo no sé ni qué hacer. 

Me han dejado para vestir santos...

Me han dejado para vestir santos...
- ¿Y ese anillo que llevas, es de casada?
+ No. Es un anillo normal y corriente. Me gusta llevar anillos.
- Entonces, ¿no tienes marido?
+ No. Y novio tampoco.
- ¡¿Con 21 años y no tienes marido?!
+ En realidad tengo 26, Aarón...

Y entonces es cuando el niño, con cara de susto se echa las manos a la cabeza en un claro gesto de: "madre mía, qué vieja, y ni siquiera tiene novio". Este niño ya me ha dejado para vestir santos, me considera una causa perdida. No se si echarme a llorar o echarme a reír...

PD: Situación completamente real, ocurrida hablando con un niño que acaba de hacer la comunión. 
Menos mal que no le he dicho que la semana que viene cumplo los 27...
Oposiciones. Academia. Clases particulares. Preparar el campus de verano. Final de trimestre en el cole. Gimnasio. 

Bufffffffffffffff!!!!!!!!!!! 

Quiero tiempo para mí: para leer, para volver a coger los pinceles (se me va a olvidar pintar a este paso), para hacer excursiones, para salir con mis amigas, para organizarme mis cosas (cualquier día me perderé dentro de mi propio cuarto), para sacar a pasear la cámara (aunque primero quiero trastearla un poquito más para sacarle partido) y también quiero tiempo para no hacer nada. Que de vez en cuando es necesario. 

Me queda mes y pico muuuuy complicado, pero tengo puestas todas las ganas.

Tatuajes Vs. Goma de borrar

Tatuajes Vs. Goma de borrar
Curioso título, ¿verdad?
Hoy me he puesto manoletinas para ir al cole, con lo que se veía un poquito de mi pie, y concretamente la pequeña estrella que llevo tatuada en uno de ellos. 
Los niños son muy observadores, de hecho, se percatan de cosas que a veces nosotros mismos no somos capaces de ver. 
Nada más llegar, una de mis peques se ha tirado al suelo (yo he pensado que se había caído) para cogerme el pie y acto seguido, ha dicho: Una estrella! La ha cazado al vuelo.
Pero luego viene lo gracioso. Estando sentada en la asamblea con ellos, otra de mis nenas, ha cogido una goma de borrar y se ha acercado a mí. Yo no entendía de qué iba la cosa hasta que ha intentado borrarme el tatuaje con la goma. Mi cara ha sido un poema. No he podido evitarlo y me he puesto a reír.

Estos críos son la bomba :)
Nos hicieron creer que el “gran amor”, sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado. Las personas crecen a través de la gente. Si estamos en buena compañía, es más agradable.

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.

Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual, que era eso lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene nombre: anulación. Que sólo siendo individuos con personalidad propia, podremos tener una relación saludable.

Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término, deben ser reprimidos. Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados. Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad. No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas. 

Ah!, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto... cada uno lo va a tener que descubrir solo. Y ahí, cuando estés muy enamorado de ti, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien. 

Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor… aunque la violencia, se practica a plena luz del día...

John Lennon
Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá de los que se llevan mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.

José Luis Borges

Cuando me da por echar de menos...

Cuando me da por echar de menos...
Me acuerdo de esas tardes al sol sentados en el banco de piedra que está al lado de casa. Pasaba algún vecino y tú me preguntabas si lo conocía. Yo te respondía que no y esperaba alguna de tus historias de antes contándome quién era el susodicho. Te echabas a reír haciendo que tus ojos se cerraran mucho mucho y me decías que tú tampoco sabías quién era. 

También recuerdo tus enseñanzas campestres. Cuando paseo por el campo aún me parece escucharte entre las hojas de los árboles o te veo agachado jugando con los perros que te seguían por todas partes. Seguro que ellos también te añoran. 

Cada comida en familia está vacía. Ya son dos huecos enormes en la mesa, pero siguen siendo los vuestros. Por mucho que ahora se siente otra persona, para mí, nunca será su sitio. Siempre será el tuyo, al lado de la ventana que en invierno hace las veces de nevera. 

Cuando pinto me pongo tu camisa de cuadros. La última que te arregló mi madre. Es como si guiaras mi pincel por la lámina de acuarela. Y por muy lavada que esté, juro que todavía huele a ti. 

Todavía espero aquella vara prometida que me ibas a hacer para que diera clase y los niños me respetaran (no entendías que las varas no se pueden llevar a un cole) y aún quiero reñirte por darme el pan de la que fue tu última cena, porque era sin sal. Y tú te fuiste sin saberlo. 


Te disfruté 25 años, pero no fueron suficientes. Estoy lacrimógena. Y te echo de menos. Mucho

Batalla de cabeza y corazón



Porque es una putada que no vayan en la misma dirección. Debería estar prohibido tener sentimientos tan contrarios. Mi cabeza sabe que eres un C A B R Ó N, sí, con mayúsculas y con todas las letras. Mi mente te odia por cómo me has tratado y por cómo me has hecho sentir: como si yo valiera menos que nada. Mis manos adoran romper esas cartas y esas fotos en las que mostrabas sentimientos bonitos y felices. Mis ojos ya se han cansado de derramar lágrimas amargas. Pero mi corazón va a parte. No te engañes, no te quiero. Ahora ya no podría volver a quererte más, porque aunque conseguiste lo imposible, que volviera a confiar en ti y despertaras sentimientos que yo creía más que desaparecidos, tu última actuación fue definitiva para matarlos. Pero eso no quita para que eche de menos tener a alguien a mi lado. Que mi corazón sigue recordando cosas que sólo me hacen sufrir. Que se empeña en hacer que demasiado a menudo estés rondando mi cabeza. Que parece que no quiere olvidarte. 
Y yo no lo entiendo. 
Y tampoco entiendo el motivo por el que sigo escribiendo estas tonterías.

No encuentro las palabras

No encuentro las palabras
Desconozco si las hay, pero a mí no me salen. Tanto que agradecer que no sé por dónde empezar.

La vida es lo primero que me diste. Y no una vida cualquiera, sino una vida llena de amor y ternura desde el primer momento.
No contenta con traerme al mundo me has enseñado a desenvolverme en él. Me has enseñado a afrontar problemas, a levantarme cuando me caigo y si ves que no soy capaz de hacerlo por mí misma, te agachas conmigo y nos levantamos juntas.
Me has ayudado a buscar mi camino para que encuentre mi sitio en este lugar y aunque a veces me encuentre perdida, siempre siempre sé que puedo contar contigo.
Me escuchas, me dejas vomitar sentimientos y quejas cuando no me caben en el corazón, me aconsejas, me abrazas cuando no hay nada que decir, me aceptas y me quieres tal y como soy sin cambiarme nada aunque sé que hay cosas que te crispan los nervios, te interesas por mis pequeñas cosas y te enorgulleces de mis pequeños y grandes logros. Que soy un desastre, a veces vaga y perezosa, puedo resultar demasiado comodona, y tú te enfadas. Y yo me enfado. Y nos gritamos. Y papá se pone nervioso cuando discutimos. Pero también es cierto que no sabemos estar demasiado tiempo enfadadas. Que con mirarnos muchas veces sabemos qué pensamos. Y yo no puedo imaginar mi vida sin ti. 

Eres lo más grande y bonito que tengo, y estoy orgullosa de que seas mi mamá. 
GRACIAS