Londres. Día 2

Tras casi morirme en mitad de la plaza de la catedral, tengo que decir que al día siguiente fue como si no me hubiera pasado nada. Me levanté nueva y dispuesta a comerme la ciudad. Misterios de la vida. No quise darle demasiadas vueltas y simplemente disfruté de la sensación de estar bien.

Tras desayunar a tope, mochila cargada con cámara, pañuelo por si los mocos atacaban de nuevo, gafas de ver y gafas de sol (si!! hizo sol mientras estuve en Londres!) y pillamos el metro. Nos vamos a la Torre de Londres, donde pasamos media mañana que se nos pasa en un suspiro. De ahí vamos al Puente de la Torre. Menudas vistas y menuda sensación la de ver la ciudad desde lo alto, y también ver el suelo gracias a la pasarela de cristal.

Llega el turno de comer y en vez de coger un metro a nuestro siguiente destino, mapa en mano nos dedicamos a patear Londres. Así hay que ver las ciudades, no pasando bajo ellas. Y de repente aparece a lo lejos: el London Eye. Al llegar vemos la cola, nos espantamos, cogemos la entrada y seguimos hasta el Big Ben y la Abadía de Westminster. Yo la verdad que voy con la boca abierta y tratando de inmortalizar todo con la cámara.

Empieza a anochecer y volvemos al London Eye, y es entonces cuando subimos. Y la verdad que menudo acierto el esperar a la noche, porque ver Londres de día debe ser bonito, pero verlo de noche con todas sus luces fue espectacular. Al bajar, mapa en mano de nuevo para llegar a Picadilly, comprar algunas cositas y hacer un alto en el camino para merendar y descansar un rato, que las piernas y los riñones empiezan a pedir clemencia. La vuelta al hotel ya tuvo que ser en metro.

Un día completo, bonito y agotador.

Londres. Día 1 o cuando casi muero (literalmente)

Me propuse hace un par de años hacer un viaje al año, y de momento lo he ido cumpliendo.
Primero fue una escapada a Burgos.
El año pasado por fin visité Roma.
Y este año le ha tocado el turno a Londres.
Han sido viajes cortitos de 4 días, pero han cundido mucho.

Este último viaje no presagiaba nada bueno, porque me iba el jueves y el martes amanecí con fiebre. No voy a trabajar, voy al médico y me dice que me da la baja. No quise, y simplemente estuve 2 días sin poder ir a trabajar con tratamiento. Así el jueves pude irme.

El jueves a las 5 de la mañana sonaba el despertador. Si ponemos que a las 2 aún estaba despierta significa que me voy a Londres habiendo dormido 3 horas. De cojón. Bus de Monzón a Barcelona, tooodo el camino de palique y cogemos el avión antes de las 11 de la mañana. Siesta en el avión y a las 12 y media llegamos a Londres (ganamos una hora por el cambio de horario, mola).

Vamos al hotel, dejamos maletas, comemos algo y empieza la marcha. La tarde comienza con la visita de Saint Paul´s Cathedral, pero mi tarde se torció en ese momento. Al salir de la boca de metro, no sé qué debí respirar pero me hizo como una reacción alérgica muy fuerte que hizo que se me cerrara la garganta. A su vez comencé a toser y la nariz se me tapono de mocos. Vamos, que no podía respirar y empecé a ahogarme literalmente. En mi vida lo he pasado peor. Acabé con un dolor enorme en el pecho, con picores por todo el cuerpo y vomitando por las esquinas. 

Finalmente pude relajarme, todo el grupo de gente (íbamos unas 30 personas) se preocupó por mí y a las 8 de la tarde, sin haber visto nada, me volví para el hotel. La ducha y un poquito de tiempo para mí, consiguieron que me relajara del todo. Terminé el día viendo Star Trek en inglés (y enterándome).

No entiendo por qué en todos mis viajes me pasa algo.
Menos mal que los demás días fueron mucho mejor.


                                                   Continuará...

A la tercera va la vencida

Podréis pensar que somos masocas y creeréis que es tontería volver a intentarlo. Pero ahí estamos de nuevo, presentándonos por tercer año consecutivo a los Premios 20Blogs del diario digital 20 minutos.

El Buscalibros, ese pedazo de blog de literatura que ya reúne más de 30 personas y más de 600 reseñas, quiere conseguir un pequeño reconocimiento y es por ello que seguimos insistiendo en el concurso. Molamos, qué se le va a hacer, y queremos hacernos un huequito entre los más grandes, por lo que este concurso nos interesa.

Así que ya podéis imaginar que vengo a pedir, como cada año, vuestro voto. Con un par de minutos me hacéis feliz, no me lo podéis negar. Registraros en la página (si ya me queréis de hace tiempo, estaréis registrados y aún os costará menos) y buscad nuestra ficha. Le dais donde pone "Vota este blog" y cuando ese botón cambie a "Voto recibido" significará que habéis votado a los libros (BRAVO). 

Y mirad si soy buena que os voy a dejar directamente el enlace a nuestra ficha para que os cueste todavía menos.


Ayudadnos con vuestro voto, demostrad con nosotros el dicho de a la tercera va la vencida. Gracias, gente. 

Si aún tenéis dudas de si debemos o no ganar, leed este post tan genial con 10 motivos por los que merecemos estar entre los más grandes.