Esta mañana he tenido que ir a trabajar sin desayunar, y eso ya es algo que me contraria bastante, sin mi tazón de leche no soy persona. Hemos ido 4 compañeros, y cuando hemos llegado a la clínica a las 9 de la mañana, ya había un montón de gente. Lo primero que hemos pensado: para ratos estamos aquí y para ratos desayunamos. Y efectivamente, hasta las 11.30 hemos estado perdiendo el rato. Y además, menuda revisión...
Primero, la señora enfermera debía tener el día cruzado y cuando le he pedido que me sacara sangre del brazo izquierdo (siempre me hacen daño y teniendo que pintar y demás, siendo diestra, prefería que me fastidiaran el otro brazo) me ha ignorado por completo y me ha dicho que ni hablar, que me sacaba sangre del derecho, que eso se me pasaba enseguida (claro, como a ella no le duele...). Un montón de rato esperando y llega el turno de pasar con la otra médica, donde te toman la tensión, te dan golpes en la espalda y te pesan. Me pregunta un montón de cosas, escribe mal el nombre del medicamento que tomo para la alergia y me pregunta que cuánto peso. Realmente hace mogollón que no subo a una báscula, así que le he dicho que no lo sabía (vamos, que yo pensaba que me pesaría ella, creo que eso formaba parte de la revisión). Total, que me dice que por ahí (debajo de una mesa) hay una báscula, que me pese y le diga lo que peso. Mi cara todo un poema, y cuando le he dicho mi peso, me ha quitao 2 kilos por la ropa. Mejor ha sido para la altura, que tampoco sé seguro cuánto mido, y a "ojo cubero" me ha dicho: pues te voy a poner 1.60. Maravilloso, que ciencia más exacta, así también hago yo revisiones. Pero no he sido la única con estas cosas: a mi compañero tampoco le han hecho caso con lo de sacarle sangre del brazo izquierdo, a otra compañera se les ha olvidado tomarle la tensión y a la otra le han dicho a modo de "broma" que se iba a morir en 15 días (y todo porque la chica quería saber su tensión, y obviamente se ha quedado sin respuesta).
Ahora a esperar los resultados.