Vais a llamarme monotema, y con razón, pero es que cada día me encuentro con alguna perla que es digna de ser contada. Y yo quiero dejarlas aquí guardadas para no olvidar ninguna.
Uno de mis niños apunta maneras para filósofo: siempre está pensando en sus cosas (hay días que me ignora de un modo exagerado), es muuuuuy lento a la hora de trabajar y no le importa nada más allá de sus pensamientos. Esta tarde estaba en uno de sus momentos más tranquilos y yo de verlo taaaaan relajado me he puesto como una moto (somos polos opuestos). El caso es que le he dicho: ¡espabila!
Hasta ahí todo normal, hasta que se ha metido en la conversación una de mis niñas que no sé qué debía tener en la oreja pero sus entendederas me han descolocado por completo, porque toda ofendida le ha dicho al niño: la seño te ha llamado GORILA.
Uno de mis niños apunta maneras para filósofo: siempre está pensando en sus cosas (hay días que me ignora de un modo exagerado), es muuuuuy lento a la hora de trabajar y no le importa nada más allá de sus pensamientos. Esta tarde estaba en uno de sus momentos más tranquilos y yo de verlo taaaaan relajado me he puesto como una moto (somos polos opuestos). El caso es que le he dicho: ¡espabila!
Hasta ahí todo normal, hasta que se ha metido en la conversación una de mis niñas que no sé qué debía tener en la oreja pero sus entendederas me han descolocado por completo, porque toda ofendida le ha dicho al niño: la seño te ha llamado GORILA.