Septiembre termina

Septiembre termina
Ha sido un mes extraño. Esperaba con miedo momentos que todavía no han llegado y por eso no he disfrutado todo lo posible el mes. Aún así no ha sido malo, al contrario. Volví a ver a mis nenes y a mis compis del cole, he conocido a mi segundo sobrino, he pasado unas fiestas patronales muy buenas gracias a la visita de una amiga de la universidad, he trabajado en el campo y por último he disfrutado en buenísima compañía de un Gran Premio de MotoGP. No puedo quejarme.

Ahora toca aterrizar y empezar a pensar en condiciones en el nuevo curso. Sigo esperando que me llamen para trabajar (esa es una de las cosas que me da miedo, porque no sé dónde puedo terminar, ni cuándo, ni cuánto tiempo) y en casa seguimos esperando otra llamada bastante menos alegre pero necesaria. 
Mañana comienza un nuevo mes, a ver qué nos depara. Por lo pronto, comenzaré mis clases y el gimnasio, que el mundo no se para y yo no puedo esperar eternamente.

Quiero que seas todos mis pecados

Quiero que seas todos mis pecados
Soberbia en el momento en el que poses tus ojos en mí y en mi cuerpo. Porque aunque te desee, te lo pondré difícil. 

Seré avariciosa, habré codiciado un bien ajeno: tú. Y no pararé hasta conseguirte.

Envidia de aquellos que tengan tu atención. Seré insaciable de ti, serás sólo para mí. 

Pereza al dejar de vivir por algo que no seas tú. 

La lujuria hecha mujer, mis formas se adaptarán perfectamente a tu cuerpo. Naturaleza sexual en cada poro de mi piel. Ojos de gata salvaje capaces de desnudar con la mirada. 

Gula de ti, de un modo irracional, excesivo, destructivo.

La ira en el momento en que te vayas. Un sentimiento desordenado, incontrolado, de odio y enfado, negando la verdad: que te has ido.


Siete en una. Puedo abarcarlos todos contigo. Quiero que seas mi pecado original. Y lo serás pronto. Consigo todo lo que me propongo.
"Lo que hace la literatura es lo mismo que una cerilla en medio de un campo en mitad de la noche. Una cerilla no ilumina apenas nada, pero nos permite ver cuánta oscuridad hay a su alrededor".

Volver

Volver
Hoy he vuelto a mi cole. Ya sé que no es mi cole, pero allí se han dado mis inicios profesionales, y tal y como me dijo un compañero: el primer destino no se olvida. 

Aprovechando que estoy en paro he cogido el coche y me he escapado. Admito que iba nerviosa: volvía a un lugar que ha sido mucho para mí pero que en verdad ya no es mi sitio, pero puedo decir que los miedos han sido totalmente infundados, porque ha sido maravilloso. Mis antiguos compañeros han venido a buscarme a la clase en cuanto han sabido que estaba por allí, y los niños, se han enganchado a mis piernas nada más entrar por la puerta. 

Ha sido poquito rato pero muy intenso y muy bueno.Estas pequeñas cosas me hacen sentir especial y hacen que tenga la sonrisa puesta todo el día. Gracias.

Escribir...

Escribir...
Últimamente parece que no estoy muy presente por aquí, y las pocas veces que he ido actualizando, me doy cuenta de que han sido unas pocas frases y que además me ha costado una barbaridad darle forma a lo que pasa por mi cabeza. De nuevo estoy en una de esas épocas en las que mi musa (a la que un día bauticé como Nana) se ha ido de vacaciones. Este año que yo me he quedado todo el verano en casa (salvo algún fin de semana de escapada estelar), Nana ha decidido que ya vale de estar encerrada. 

Por eso, a veces me siento a escribir (me obligo, porque sino luego es peor) y me salen frases que dan miedo, o palabras sueltas que no se entienden más allá de mi caótica cabeza, o simplemente no sale nada. 

Y luego están las noches. 

Siempre he pensado que soy animal nocturno, de los que prefieren dormir de día que de noche, de los que ven mejor en la oscuridad y de los que viven con la luna. Además, pienso mejor en la cama, en esos momentos en los que los ojos parece que se cierran y abren las puertas a un mundo de imaginación y fantasía. No sé cómo lo hago, pero mi cabeza parece que se pone a trabajar a marchas forzadas, y salto de un tema a otro con una naturalidad que me asusta inventando mil historias que debería retener, pero si no me levanto en ese instante y lo apunto, Nana decide borrar todo su rastro y a la mañana siguiente no queda nada. 

Harta de esto, he dejado una pequeña libreta y un bolígrafo en la mesilla de mi habitación, junto a la lámpara. Algunas mañanas he visto palabras sueltas que me han ayudado a recordar alguna de esas ideas que parecen el inicio de una historia, y que ahora tengo que madurar. A ver si sale algo que merezca la pena. Ya que aunque no lo parezca, tengo muchas ganas de volver a escribir, pero en condiciones.
Destruye los antiguos recuerdos con tus manos. Creemos otros nuevos. 
Mi corazón no funciona bien, está lleno de preocupaciones. Atraviésalo y enamóralo.

Aunque no me hubiera levantado...

Aunque no me hubiera levantado...
Hay días en que aunque no te levantes de la cama, no pasaría nada. Probablemente hasta estuvieras mejor. 
Hoy está siendo uno de esos días para mí. 

Antes de salir de las sábanas ya me han tocado la moral (difícil, pero no imposible) y después de almorzar estaba ya subiéndome por las paredes. 
Si tras una mañana de esas que pasan sin pena ni gloria y haciendo un montón de colas para comprar, luego le sumamos que han salido vacantes y que servidora no ha sido convocada por 4 números... Encima, ha salido una plaza que me interesaba y que probablemente no pueda coger. 


Vamos bien, a ver cómo termina el día porque madre mía...