Primera semana

Primera semana
Hace una semana estaba muy nerviosa. El lunes era mi primer día y no sabía cómo empezar a trabajar con los niños. Tengo 3 grupos bastante diferentes y no sabía qué llevar para el primer día. Se me ocurría muchas cosas, pero no me acababa de decidir. Finalmente opté por conocer primero a los niños con una actividad de presentación y ahora poco a poco, ir viendo que nivel tienen para adaptarme a eso.

La primera semana se me ha pasado muy lenta, porque han sido muchos cambios de repente y los horarios casi me montan unos encima de otros, pero ya he visto que puedo compaginar todo lo que llevo, así que espero que esta semana se me haga más fácil.

Y en cuanto al cole, la verdad que ha sido toda una experiencia volver a pasear por esos pasillos que me han visto crecer. Y volver a encontrar a maestras que me dieron clase y aún se acuerdan de mí.
- ¿Tienes novio? - me pregunta ayer un niño de segundo de primaria (7 años).
- No.

- Pues nosotros (señalando a otro compañero y a él mismo), tenemos la misma novia.



Para que luego digan que los niños no saben compartir. Bendita inocencia.

Parece que el 2014 empieza bien

Parece que el 2014 empieza bien
Una de las cosas que menos me gustaron del final del 2013 fue que terminé en paro. Llevo desde julio sin currar porque las listas este año van peor: salen menos plazas y llaman a menos gente (por mucho que se empeñen en decir que han llamado a los mismos y que incluso han salido más plazas, mentira!!!!!!). 

Pero a final de año recibí una llamada para una entrevista. Era una jornada parcial para un apoyo en un cole de mi pueblo, concretamente en el que estudié de pequeña. Pensé que podría ser interesante y que podría compaginarlo con otras cosas.
Fui a la entrevista el día 7 de enero, y me encontré hablando sobre mí y sobre mi experiencia laboral con una tranquilidad que me dejó asombrada. Puede decirse que fui yo misma. 
Y al día siguiente, a mitad de tarde, recibí una llamada de uno de los entrevistadores: el puesto era mío. 

Muy contenta regreso al que fui de niña, pero esta vez como profesora, no como alumna.

Contrariedades de la vida 37

Contrariedades de la vida 37
Tarde del 31 de diciembre de 2013: hago la faena de casa, voy a visitar a mi abuela para desearle una buena noche y sobre las 7 de la tarde, empiezo a prepararme.
Primero ducha y pelo. Una vez que eso está listo, me pinto las uñas. Una vez secas, me maquillo. Uñas plateadas y ojos a juego, para que combinen con el vestido gris que voy a llevar. 
Cuando ya queda poco para la hora, me pongo las medias, la liga roja y el vestido. Me subo a los andamios que tengo por zapatos (gracias a ellos, me la pegué a mitad de noche y tengo un bonito moratón en una pierna de recuerdo) y saco el abrigo del armario. Manías que tiene una, pero lo último que hago antes de ponerme el abrigo, es coger el bote de colonia y echarme un poquito. ERROR. Mi vestido es de una de esas telas tipo gasa en que una gota de agua se queda marcada. Y como no, la colonia me deja un manchurrón que no veas. Yo que iba como un pincel, salgo de casa con una mancha de impresión y que además no está en un sitio que se pueda disimular. 

Empecé la nochevieja cruzada, pero la terminé estupendamente. FELIZ AÑO

PD: a lo largo de la noche, podría decirse que me hice colección de manchas porque la gente es muy feliz y te tiran los vasos por encima con una facilidad pasmosa. Por suerte tengo una madre que vale un tesoro, y que me ha dejado el vestido impecable.