Naranjada, cervezas y Nestea con risas

Naranjada, cervezas y Nestea con risas
El invierno me aplasta, no lo puedo negar. Bueno, más que aplastarme, me encoge, me hace sentir muy pequeña y parte de mi energía para sonreir se pierde en intentar darme algo de calor. Y si al frío le sumas que las malas noticias parece que se reproducen como conejos, pues llega el punto en el que te apagas: poquito a poco, como una vela que ha consumido toda su cera.

Pero no por eso hay que dejar que la desidia se apodere de ti y maneje tu vida. Si el frío hace todo lo posible por que te quedes en casa, demuéstrale que no tienes miedo, ponte mil capas de ropa yuna sonrisa y sal a la calle.

Y eso fue lo que hice ayer: llegué del curro, merendé rápidamente, y me vestí al ritmo de la música. Unos minutos después me encontraba con una naranjada, unas cervezas, un nestea y 2 amigos que me hicieron pasar 2 horas maravillosas en las que no paré de reir.

Ayer vencí al frío invierno de la calle y al frío de mi corazón.

Premio :)

Parece que cuando las cosas no van del todo bien, siempre hay algo que te hace esbozar una sonrisa, que llega justo en el momento adecuado.

Ya lo he dicho alguna vez, que este blog comenzó como un lugar en el que poder desahogarme y empezar a tejer una nueva vida. Un rincón que abrí sin saber si iba a tener mucha vida o por el contrario iba a desaparecer en un abrir y cerrar de ojos. Y después de tener momentos tristes, grandes alegrías, desesperación, magia, decepción y otras muchas sensaciones, sigue abierto porque la meta que pretendía no se ha visto cumplida: sigo buscando la felicidad escondida, aunque cada vez tengo más claro dónde la voy a encontrar.

Hoy actualizo para agradecer un nuevo premio que viene de nuevo de la mano de Goibniu. Este trofeo viene con las condiciones de contar 7 cosas mías que no sepáis y que circule por la blogosfera hasta 15 blogs más. Así que allá voy con mis cosas.

1. En verano me salen muchas pequitas diminutas en la cara gracias al sol y los ojos se me ven más amarillos.
2. Me encanta bailar cuando estoy sola y nadie me ve (puedo llegar a hacer el ridículo).
3. Puedo llegar a leer el mismo libro y poner la misma canción varias veces seguidas sin que me resulte pesado.
4. Cuando estoy de buen humor, silbo o canto.
5. Siempre he querido tener un hermano o hermana (y me he quedado con las ganas).
6. Me gusta mucho escuchar y hablar de casi cualquier tema (salvo prensa del corazón, es superior a mis fuerzas).
7. Siempre lloro con Titanic.

Y mis bloggers premiados son:
Eriwen con Léeme los labios.
Ayoze con Ayo´s blog.
Esthertxu con Si me lo cuentan, no me lo creo.
Natalia con La magia de las palabras.
Anabolizante con Annabolizante.
Josué Pérez con Un lugar donde ser yo mismo.
Lunayda con Fabulosa conspiración.
Octavio Toledo con Disculpa un segundo.
El sol en las mejillas con Lo que dura un suspiro.
La chica de los lacasitos con Maldita dulzura la tuya.
Elena con Navegando hacia Shalott.
Belén con 3 metros sobre el cielo.
Ojazos con Mi pequeño diario.
Estrógena con El blog de Estrógena.
Casiopea con Viaje al laberinto de Tusitala.

El calor del verano

El calor del verano

Curioso título a estas alturas del año, cuando verdaderamente está empezando el invierno y el frío. Pero yo no soy chica de frío. No cuando el sol se esconde varios días seguidos angustiando mi corazón, no cuando la temperatura del exterior mantiene mis manos constantemente heladas sin tener a nadie capaz de calentarlas, no cuando la niebla se agarra tanto al suelo como a mi alma impidiéndome incluso respirar, no cuando los domingos por la tarde tengo que sentarme sola en el sofá y abrigarme con la manta azul que tantas veces ha tapado a dos personas.

Soy chica de verano. Verano que dé algo de color a mis mejillas pálidas durante tanto tiempo, sol que bañe mi piel y eleve mi ánimo algo decaído hasta más arriba de las nubes. Verano que vista de verde mi alrededor, calor que me haga levantarme de la cama cada mañana con una sonrisa, que haga que vuelvan a brillar mis ojos de nuevo. Cielo azul sin nubes que dejen ver un sol con tanta luz como mi corazón cuando canta feliz.

Porque el invierno sola me parece una estación muy triste. Es estación para compartir. Tardes de palomitas y películas, cacaolats calentitos, abrazos de oso que mitiguen el frío que sólo está fuera de ti… todo eso sola no tiene sentido.

Por eso necesito poner remedio a este frío invierno.

Cartas a ninguna parte

Cartas a ninguna parte

Escribir. Es algo que siempre me ha gustado. Coger un bolígrafo y un papel, y sentarme a plasmar lo que pasa por mi cabeza, la mayoría de las veces sin necesidad de que nadie lea mis desvaríos, pero al menos puedo desahogarme. Tengo un cuaderno en el que cuando siento que no puedo más doy rienda suelta a mis sentimientos. También voy recogiendo ideas para futuros textos o palabras que pueden inspirarme. Algunas llegan a ver la luz en forma de escritos de blog o cartas, otras se quedan en el olvido porque han perdido su significado. Por lo general me siento hasta orgullosa de mis pequeños desvaríos como escritora amateur.

Pero últimamente siento como si hubiera perdido esa capacidad: no me sé explicar bien, no sé encontrar las palabras adecuadas para plasmar mis verdaderos sentimientos, ni siquiera me atrevo a contar qué me pasa porque no existen palabras para definirme.

Hace un tiempo que tengo una idea en la cabeza y ahora cada día que pasa cobra más fuerza: escribir cartas. Cartas que aunque tienen destinatario no creo que llegaran a ser leídas, pero quizás si soy capaz de expresar lo que siento por algunas personas, pueda ponerle nombre a mi estado anímico. Cartas a “amigas” que siempre me han tenido ahí y por las que he perdido el culo pero que cuando eres tú quien las necesita desaparecen; cartas a personas que han estado entre las sombras sin llamar la atención y que en cuanto me han visto mal me han tendido la mano para que me agarrara; carta a una amiga que lleva muchos años a mi lado y a pesar de la distancia que a veces nos separa se ha convertido en mi consejera y la única a la que me atrevo a contarle mis cosas al completo; carta a la persona que últimamente tiene mi cabeza echa un lío y que es precisamente la que hace que no me salgan las palabras porque todo se ha vuelto raro de repente…

Seguramente este sea un desvarío más y esas cartas no vean nunca la luz, ni los destinatarios, ni el blog, ni siquiera un cuaderno secreto; sino que probablemente se queden seguras en mi cabeza, porque aunque algunas serían aclaratorias e incluso bonitas, otras podrían causar mucho daño. Ese es el poder de la palabra.

Quiero recuperarme y poder plasmar mis cosas como antes, porque si perdemos la capacidad de expresión, ¿qué nos queda?

Sexo Vs. Amor

Chico y chica se conocen una noche. Conversan con una copa. Bailan juntos varias canciones, cada vez más pegados. Chico acompaña a chica a casa. Chica agradece a chico con un beso en la mejilla el gesto, y ambos se dejan llevar. Chico y chica se funden en un beso eterno. La ropa empieza a resbalar de los cuerpos ardientes. Dos cuerpos unidos. Sudor, fuego, manos y besos que no acaban. Fin de la primera escena. Quizá llegue una segunda. Mientras tanto no se habla e incluso puede que la vergüenza o la falta de confianza hagan que ni siquiera los ojos se busquen. Al terminar chico coge sus cosas y se marcha. Quizá los números de móvil se hayan intercambiado para volver a intercambiar otras cosas. O quizá todo termine aquí y chico y chica no se vuelvan a ver. Simplemente han llevado a cabo una función, cada uno ha interpretado su papel y se han entregado a un desconocido.

Por otro lado…

Chico pasa a recoger a chica por su casa. No se han visto en toda la tarde y chica se lanza a los brazos de chico. Un beso de esos de película tiene lugar. Tenía muchas ganas de verlo aunque ayer ya habían estado juntos. Van a dar una vuelta, los dedos de ambas manos se buscan para entrelazarse. Chico abre la puerta del local y pide en la barra lo que sabe que ella va a tomar. Ni siquiera hace falta preguntar. Charlan animadamente y no dejan de tocarse en ningún momento. Besos furtivos entre sorbos de cacaolat. Miradas de complicidad que no dejan indiferentes a los que ocupan la mesa de al lado. Cambian de lugar. Van a bailar. La gente se queda embobada mirándolos. Ellos sienten que nadie más está allí, son los dueños de la pista. La sonrisa no se borra de ninguna de sus caras. Se cansan de bailar, pero no de estar juntos. Salen del local y de nuevo de la mano van parando en cada esquina para dejar salir el amor que les invade. Tras un largo camino que se les hace corto llegan a casa de la chica. El ascensor es pequeño, pero sobra espacio. Besos acompañados por cosquillas y mordiscos traviesos. El abrigo de ella cae al suelo, la chaqueta de él no tarda en acompañarlo. El pasillo es testigo del deseo mientras ellos quedan en ropa interior. No hay vergüenza, y las risas siguen siendo la banda sonora del momento. Se calman dos segundos para admirar a la persona que tienen delante. En ambas caras se pueden leer muchas emociones: amor, respeto, diversión, complicidad, cariño, deseo… y un beso más dulce que un caramelo acaba de hacer que la ropa desaparezca. Ahora son uno, movimientos perfectos y sincronizados, susurros y palabras de amor. Ella se ríe. Él la acompaña en su risa. Disfrutan de la magia del momento, de entregarse a quién verdaderamente quieren. Satisfechos se miran, se besan de nuevo, se abrazan, hablan, no dejan de sonreír. Ella se mece en sus brazos, él acaricia su pelo. Se niegan a separarse, así que duermen juntos. La sonrisa en el rostro de la chica la acompaña en sueños.

He aquí la diferencia entre sexo y amor. Yo tengo claro con qué me quedo. En realidad, me cuesta hasta entender la primera opción. Habiendo conocido tantas sensaciones, no puedo imaginar el entregarme a alguien sin sentir nada. Porque para mí es algo importante a entregar.

Ahí va la entrada con la que tendría que haber empezado el año

Ahí va la entrada con la que tendría que haber empezado el año
Los últimos días de diciembre me asombraba de la velocidad con la que ha pasado el 2010. Podría ponerme a hacer el típico balance, pero este año ha llegado con la capacidad de dejarme sin palabras y de no saber expresarme, han pasado muchas cosas inesperadas y me han dejado fuera de juego.

Me paro a pensar y este año ha sido raro. Empezó genial, con ilusiones renovadas, momentos mágicos, esperanzas, nuevos proyectos de futuro, algo de dinero en el bolsillo, enfados, problemas familiares, de salud... y ha terminado con todo al revés, nada de lo programado ha llegado a puerto (por suerte, ni las malas noticias han llegado a puerto).

Y este nuevo año ha empezado de la manera más extraña, vamos que no me esperaba nada de lo que me está pasando: sentimientos que a veces parecen correspondidos y otras directamente siento que soy yo la que confunde las cosas, personas que han pasado a ser mucho más que antes, problemas de salud que no molan nada, indiferencia ante cosas que nunca habría creído posibles...

En fin, que sólo llevamos 11 días del 2011 y tiene pinta de que va a ser un año interesante al menos, lleno de cosas que me aterrorizan pero también espero que las cosas buenas no se escondan mucho tiempo.
- Me voy a divorciar.
- Ah, pero ¿estabas casada?
- Si claro, pero ahora me divorcio.
- ¿Y cómo te casas sin decir nada? ¿Qué pasa con la despedida de soltera?
- Mmmmm...
- Bueno, hacemos una fiesta de bienvenida a la soltería. Yo también tengo pendiente la mía.