Así estoy. Desde el viernes a media mañana estoy de los nervios. Me explico.
Llevo 2 años en lista de interinos para entrar a trabajar de maestra en un colegio. El año pasado llegue a quedarme la número 4 y pensé que ya me iba a estrenar en el cole. Pero al final, con las vacaciones de semana santa retrocedí hasta estar la 47. Vamos, que me quedé con las ganas.
Este verano he estado trabajando en unas colonias urbanas, dándome cada vez más cuenta de que lo mío son los niños, de que disfruto tanto o más que ellos, y viendo que tengo muchas ganas de probarme a mí misma en un cole, porque no es lo mismo estar de monitora de tiempo libre que en un aula yo sola.
Al terminar el curro (con mucha pena, igual que el año anterior) me he ido unos días a Ibiza de vacaciones con una compi del trabajo, y estando en la isla mi madre me avisa de que han salido vacantes y que tengo que hacer los papeles. Vamos, que a la 1 de la madrugada del miércoles al jueves estaba yo rellenando papeles. De 80 plazas, 55 eran obligatorias, y el resto voluntarias. Se me ocurrió poner 5 voluntarias, las más cercanas a mi casa. No pensaba que me fueran a llamar, pero el viernes a mediodía, recibí el mensaje de una amiga que me daba la enhorabuena. Yo no lo podía creer, corriendo hacía casa, tirando el bolso al suelo nada más abrir la puerta, encendiendo el ordenador y llorando de emoción y alegría como nunca había llorado, por ver mi nombre junto a mi nuevo destino para todo el curso en la página oficial de educaragón.
Mañana he de presentarme en el colegio y no miento si digo que estoy aterrorizada. Pero tampoco puedo negar que tengo muchas ganas de emprender esta nueva etapa de mi vida.