Algo que me relaja muchísimo y que me deja la mente completamente en blanco es cuando viajo en bus o en tren, sentarme al lado de la ventana y mirar como el viento agita la hierba. Ver como las espigas bailan todas al mismo son de una música que sólo ellas escuchan. Ver como el aire acaricia el color verde y lo llena de vida, de movimiento, igual que un pequeño mar. Quedarme en mi mundo viendo la hierba correr sin moverse de su sitio. Me encanta ver cómo se mece al compás del viento.
