Antes de hablar de nochevieja y el nuevo año me gustaría hacer balance del año que ya hemos dejado atrás. Sé que tendría que haberlo hecho antes, pero ya se sabe, lo de escribir por aquí es cuando me da y me viene, cuando tengo algo que quiero contar o simplemente cuando me siento en el ordenador y siento la necesidad de trasmitir algo.
2009, menudo año, ya tenía ganas de que acabara, porque a pesar de lo bueno que ha tenido no ha sido una de mis mejores épocas. He aprobado las oposiciones y me he sacado el carné de conducir. He estudiado mogollón y me he subido por las paredes de los nervios. Después me he aburrido muchísimo y he estado asqueada por no saber qué hacer. He leído y he pintado como antes. He salido por sitios diferentes y con gente diferente. He perdido personas y he ganado otras. Y también lo he pasado francamente mal, suerte de la gente que se ha preocupado por mí. El final del año ha sido una completa sorpresa, y ahora estoy volviendo a luchar por recuperar la ilusión perdida. En resumidas cuentas, no sé ni qué balance hacer! Lo mejor que puedo hacer es recordar con fuerza los buenos momentos e intentar que los malos no me amarguen constantemente aunque estén ahí, porque yo soy de las que olvidar no se le da muy bien.
En cuanto a nochevieja... Una nochevieja extraña, no fue mala pero si recuerdo mejores. Pensamos que iba a ser una noche heladora, pero al final no pasamos mucho frío. Tuvimos cotillón (por primera y última vez). Rompimos una silla. No sobró mucha comida y el postre fue delicioso. El doctor nos daba medicinas. Bailamos la conga entre otros bailes memorables. Nos reimos mogollón e hicimos cientos de fotos (mi cámara estaba presente después de todo). Salimos tarde y entonces fue cuando nos desperdigamos, como siempre.
Y como propósitos de nuevo año, esta vez paso de hacerme ninguno, porque al final no los acabo cumpliendo. Simplemente voy a intentar ser feliz cada día de este año. FELIZ 2010.
2009, menudo año, ya tenía ganas de que acabara, porque a pesar de lo bueno que ha tenido no ha sido una de mis mejores épocas. He aprobado las oposiciones y me he sacado el carné de conducir. He estudiado mogollón y me he subido por las paredes de los nervios. Después me he aburrido muchísimo y he estado asqueada por no saber qué hacer. He leído y he pintado como antes. He salido por sitios diferentes y con gente diferente. He perdido personas y he ganado otras. Y también lo he pasado francamente mal, suerte de la gente que se ha preocupado por mí. El final del año ha sido una completa sorpresa, y ahora estoy volviendo a luchar por recuperar la ilusión perdida. En resumidas cuentas, no sé ni qué balance hacer! Lo mejor que puedo hacer es recordar con fuerza los buenos momentos e intentar que los malos no me amarguen constantemente aunque estén ahí, porque yo soy de las que olvidar no se le da muy bien.
En cuanto a nochevieja... Una nochevieja extraña, no fue mala pero si recuerdo mejores. Pensamos que iba a ser una noche heladora, pero al final no pasamos mucho frío. Tuvimos cotillón (por primera y última vez). Rompimos una silla. No sobró mucha comida y el postre fue delicioso. El doctor nos daba medicinas. Bailamos la conga entre otros bailes memorables. Nos reimos mogollón e hicimos cientos de fotos (mi cámara estaba presente después de todo). Salimos tarde y entonces fue cuando nos desperdigamos, como siempre.
Y como propósitos de nuevo año, esta vez paso de hacerme ninguno, porque al final no los acabo cumpliendo. Simplemente voy a intentar ser feliz cada día de este año. FELIZ 2010.
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