Londres. Día 4, vuelta a casa

Ya dicen que lo bueno si breve, dos veces bueno. Yo me lo tomo al pie de la letra y hago viajes relámpago (la semana blanca no da más de sí, una pena).


Domingo por la mañana, cuarto día en Londres, en el que nos levantamos para hacer la maleta y dar un último paseo por este bello lugar. Tomamos el metro y vamos de nuevo a la zona de la catedral. Tengo que aguantar comentarios jocosos hacia mi persona, cuando uno de mis compis dice señalando una esquina donde eché las tripas: mira, ahí está tu ADN. Pero no me importó, hubo risas, y así pude disfrutar de Saint Paul sin estar muriéndome, lo cual ayuda bastante.

Llegamos a The Globe y continuamos de paseo hasta Tower Bridge. Creo que tengo fotos de este puente desde todos los ángulos posibles. Cuando haga mi Hoffman del viaje (es otra de las cosas que me gusta después de un viaje de estos, que parece que si dejas las fotos en el ordenador, luego ya no las ves más), no sabré cuáles elegir.

Se nos hacen las 12 del mediodía y volvemos al hotel para recoger las maletas e ir a coger el tren que nos llevará al aeropuerto. Vamos todos con la cara larga, no soy la única que el viaje le ha sabido a poco.

Pasar el tema de seguridad en Londres es más peliagudo que aquí, se lo toman todo mucho más en serio. Hasta el punto de que a mi compi de viaje lo cachearon de arriba a abajo y le preguntaron si llevaba una bomba porque el detector pitó por sus pendientes. 

En el vuelo me vuelvo a dormir (y eso que al lado me tocó un tío que antes de despegar ya estaba roncando, pero a mitad de viaje una azafata chocó con el carrito de comida en su rodilla y lo despertó) y a las 7 hora española, aterrizamos en Barcelona. 

Ahora solo nos faltan casi 3 horas de bus, y a las 10 y pico de la noche llego a mi casa, acelerada perdida, con muchas ganas de hablar y con cero intenciones de irme a dormir. El lunes me acordé mucho de mí misma...

Fue bonito mientras duró. 

Londres, espero que volvamos a vernos. Ha sido un placer a pesar de tus plantas que me dan alergia mortal.

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Claudia P.

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2 trocitos de felicidad:

  1. Oooohhh… Londres. Lo adoro, fui por primera vez con 18 años con un amigo de la infancia y fue tremendo. Después volví varias veces y nunca ha logrado cansarme. Me atrapó y fue para siempre. Muuua guapa!

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    Respuestas
    1. Qué alegría volver a verte!
      Yo hace años que quería ir y por fin le conseguí, pero se me quedó taaaanto por ver que tengo que volver! mua!

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