Siempre siempre me pasa. Espero el verano con muchas ganas, especialmente para hacer mil cosas, ver a mucha gente de la que no puedo disfrutar de habitual y ponerme al día de faenas pendientes. Este verano además lo esperaba con las ganas de poder trabajar por fin. Y me sonrió la suerte y estoy trabajando :)
Lo que me aterra es que ya estamos en agosto. ¿De verdad ya llevo dos meses currando? ¿De verdad han pasado dos de los meses más calurosos (supuestamente)? ¿De verdad sólo me queda un mes de pasarlo a tope y hacer todo lo que tenía pensado? ¿Y sólo me queda un mes de contrato?
Junio y julio han pasado en un suspiro (debe ser cierto que cuando disfrutas de lo que haces, el tiempo pasa más deprisa) y me da mucha pena que sólo me quede un mes de la estación que más me gusta. Todavía no he ido a la piscina (me conformo con el campo y su balsa), no he pisado tampoco la playa (a ver si puedo escaparme para el puente), he tenido una despedida de soltera y una boda (mañana tengo otra!) y tengo mi muñeca derecha llena de pulseritas que me hacen los nenes con los que trabajo.
No queda otra que aprovechar lo que queda de verano a tope, y ya me pondré al día cuando termine el curro, porque conociéndome sé que no voy a poder hacerlo antes (es que es llegar a casa, comer y como me siente 5 minutos en el sofá, me quedo sopa!).
Feliz agosto :)
Ya sabes que yo soy tu contraria en este tema, pero al final casi sucumbo a los placeres del verano... ains!!
ResponderEliminarNo pienses en lo que queda, que se deprime una!! Disfruta cada momento de los días de verano y de trabajo que te quedan, y después una siempre puede volver a los recuerdos para recrearse, jiji!
De curro ya solo me quedan 2 días y estoy super triste :(
ResponderEliminarPero a la vez, sigo aprovechando. Y este verano está lleno de recuerdos geniales :)