Mañana a estas horas estaré oficialmente de vacaciones. Mañana es mi último día de trabajo. Y pensaréis: qué suerte, seguro que tienes muchas ganas. Pero la verdad es que no tengo ninguna gana de terminar.
Hoy ha sido un día duro, físicamente pero también mentalmente, y es que nos está tocando recoger toooooda la nave y todos los materiales y juegos que hemos tenido este verano. Cuesta recoger tantas y tantas cosas, contarlas para hacer un listado, meterlas en cajas y luego llevarlas al almacén. Pero también es duro ver como la nave que tanto color tenía, se está quedando vacía: los murales de las fotos y los dibujos, las guirnaldas y banderas, los juegos... Una nave con tanta vida y colorido que se están quedando vacía a marchas forzadas es algo que me está costando asimilar.
Mañana es el último día. Tenemos la fiesta final donde compartiremos almuerzo, nos disfrazaremos, haremos juegos y bailes, y nos despediremos hasta el año que viene.
PD: no quiero que acabe :(
Disfruta muchísimo el día de mañana, y no pienses en lo malo. Un abrazo!
ResponderEliminarLa he disfrutado, y me ha faltado el canto de un duro para echarme a llorar. Me he hartado de dar y recibir abrazos y besos :)
EliminarFelicidad no escondida
ResponderEliminarHay que buscarla en todas las pequeñas cosas, hasta en lo malo!
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