Ya he hablado en más de una ocasión del despertador, de lo poco que me gusta que suene y de lo mucho que lo odio. Pero todos los días tengo que ponerlo si quiero levantarme y llegar a trabajar.
Hablando con la gente, me dicen que en fin de semana, sin necesidad de ponerse el aparatito infernal, se despiertan a la hora a la que les sonaría el cacharro entre semana. Yo no. Mi cuerpo no se acostumbra a madrugar ni a la de tres. De hecho, los fines de semana sin despertador son una bendición para mí.
Pero algunas veces mi cuerpo se despierta antes de hora. Si abro el ojo y veo que son las 4 de la mañana (por ejemplo), esbozo una sonrisa, pienso que aún me quedan 3 horitas de sueño, me doy media vuelta y sigo durmiendo sin problema. El problema viene cuando me despierto y quedan pocos minutos para que suene mi 'amado' despertador. Como hoy, que mi querido cuerpo ha decidido despertarse 6 minutos antes de sonar la alarma. Pues nada, ya he empezado el día con mal pie...
Pequñea, sólo perdiste seis minutos de sueño y ganaste 6 de vida. Un besote
ResponderEliminarSolo fueron 6 minutos de sueño, pero me supieron a una vida entera! jajaja
EliminarQué rabia da esooo!!! Lo de madrugar tampoco me va... aunque si es verdad que a veces me despierto antes los fines de semana, pero a los cinco minutos estoy dormidita y feliz!
ResponderEliminarYo si tengo un poco de tiempo, suelo dormirme,y además feliz por saber que aún me queda tiempo de sueño, pero cuando solo quedan unos minutejos...
EliminarComo comprendo esa sensación... yo suelo despertarme siempre unos 10 minutos antes de que suene el jodido despertador, parece que lo hago a propósito, me pasa hasta en la siesta! Aaaaggghhh!!
ResponderEliminarBesotes!