Ayer a las 22.30 tuvo lugar la quema de fuegos artificiales que ponía punto y final a las fiestas de Monzón. Y no sólo han terminado las fiestas de Monzón, sino que esos fuegos han cerrado también un período veraniego muy largo, porque este año puedo decir que el verano me ha cundido.
Un verano que se me ha pasado en un suspiro debido entre otras cosas a que he estado trabajando, pero es que además cada fin de semana ha habido algo digno de mención: entre despedidas de soltera, bodas, cumpleaños y fiestas de pueblos... es que no he parado. Y esta última semana ha sido el remate. La forma perfecta de acabar el verano.
Ahora toca volver a la vida normal: clases, gimnasio, prepararme para cuando empiece a trabajar (que espero que sea muy pronto)... Necesitaba parar esta temporada, pero estos primeros días, sé que se me van a hacer muy duro.
Uy, es que a mi aunque Septiembre me encanta, es un mes durete... porque cuesta mucho dejar el cachondeo veraniego y volver a la rutina y a los buenos propósitos.
ResponderEliminarPero haber pasado un verano repleto de momentos geniales ayuda bastante a empezar con fuerza, piensa en ello pero en positivo!!
Besitos!!
Septiembre para mí suele ser mes de incertidumbre y eso no me gusta, pero intentaremos verlo de la mejor manera posible :)
EliminarUn beso!
Y qué duro es volver a la realidad....
ResponderEliminarDuro duro, David, esta semana me está costando mucho... Lo peor volver con mi amigo el despertador :(
EliminarEL verano y las fiestas han sido fabulosos, y estoy muy contenta. Ahora estoy otra vez con un poquito de incertidumbre por cómo vendrán las cosas, pero con ganas de ver qué será :)
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