En abril hará un año que pude disfrutarlos por primera vez. En junio, concretamente el día de mi cumpleaños, estuvieron en Zaragoza, pero me quedé con las ganas por tener clase con la preparadora de opos. Y hace poco más de un mes me entero de que tenemos fecha en un bar de Huesca. Es el día 18 de enero cuando las entradas 60 y 61 están en mi poder, y entonces comienza la cuenta atrás para un fin de semana que pintaba muy bien.
El sábado por la mañana, con la maleta recién hecha, cogemos el coche rumbo a Huesca, y me paso el día nerviosa, con una gran sonrisa en la cara y contando los minutos que faltan para las 10 de la noche, hora en que el bar abre sus puertas. Problemas con el horno y la pizza casera que hacemos de cena hacen que lleguemos sobre las 10.30. Cogemos sitio en 3ª fila y a esperar. Poco a poco el bar se va llenando y mis nervios y ganas de cantar se van acelerando.
A las 11.15 salen ellos. No todos. Comienzan a tocar y la intensidad de la música nos va preparando para cuando sale él. La sonrisa se instala en mi cara para no irse en toda la noche. Y da comienzo el concierto con los acordes de N=1, mi cita pendiente en el concierto de Monzón. Maravillosa canción. Y ya me paso el concierto cantando lo que me echen y haciendo alguna que otra foto (y dejándolos cegatos con la cámara, no se puede ir con la reflex a un sitio de estos, que la gente te mira mal...). Tras un poco de movimiento, llega el momento de las baladas. Se me pasa por la cabeza que puede ser La misión, pero me digo a mí misma que no puedo tener tanta suerte. Y me equivoco. Ahí casi se me saltan las lágrimas. No pensaba que podría escuchar esa canción en directo. Emocionada deseo que el tiempo se detenga.
Al poco, se retira del escenario. En ese punto me enfado. ¿Dónde están Mi rutina preferida, Cabaret y Capitán? Pero es una falsa alarma, y esas 3 magníficas canciones se materializan en el escenario. Un concierto completo, aunque corto para mi gusto. Yo quiero más, y al finalizar, me voy a la zona del camerino para ver si tengo la suerte de pillar alguna foto. Y la suerte me vuelve a sonreir esta noche tras esperar un rato: Abordamos al pobre Alberto y me hace el favor de hablar un poco conmigo y hacerse una foto. Ya me puedo ir tranquila a casa. Ha sido una noche de 10.
Habéis estado geniales, hacéis magia, y volcarse así con los fans es algo que no hace todo el mundo. El momento en que bajaste del escenario para estar entre nosotros fue único, no había visto a nadie hacerlo, la gente hace camino y bailas como si estuvieras rodeado de amigos, increíble. Gracias por una gran noche, gracias por no enfadarte por dejarte ciego con las fotos, y gracias por esos preciados minutos que me regalaste. Simplemente GRACIAS.
¿Para cuándo la próxima?
El sábado por la mañana, con la maleta recién hecha, cogemos el coche rumbo a Huesca, y me paso el día nerviosa, con una gran sonrisa en la cara y contando los minutos que faltan para las 10 de la noche, hora en que el bar abre sus puertas. Problemas con el horno y la pizza casera que hacemos de cena hacen que lleguemos sobre las 10.30. Cogemos sitio en 3ª fila y a esperar. Poco a poco el bar se va llenando y mis nervios y ganas de cantar se van acelerando.
A las 11.15 salen ellos. No todos. Comienzan a tocar y la intensidad de la música nos va preparando para cuando sale él. La sonrisa se instala en mi cara para no irse en toda la noche. Y da comienzo el concierto con los acordes de N=1, mi cita pendiente en el concierto de Monzón. Maravillosa canción. Y ya me paso el concierto cantando lo que me echen y haciendo alguna que otra foto (y dejándolos cegatos con la cámara, no se puede ir con la reflex a un sitio de estos, que la gente te mira mal...). Tras un poco de movimiento, llega el momento de las baladas. Se me pasa por la cabeza que puede ser La misión, pero me digo a mí misma que no puedo tener tanta suerte. Y me equivoco. Ahí casi se me saltan las lágrimas. No pensaba que podría escuchar esa canción en directo. Emocionada deseo que el tiempo se detenga.
Al poco, se retira del escenario. En ese punto me enfado. ¿Dónde están Mi rutina preferida, Cabaret y Capitán? Pero es una falsa alarma, y esas 3 magníficas canciones se materializan en el escenario. Un concierto completo, aunque corto para mi gusto. Yo quiero más, y al finalizar, me voy a la zona del camerino para ver si tengo la suerte de pillar alguna foto. Y la suerte me vuelve a sonreir esta noche tras esperar un rato: Abordamos al pobre Alberto y me hace el favor de hablar un poco conmigo y hacerse una foto. Ya me puedo ir tranquila a casa. Ha sido una noche de 10.
Habéis estado geniales, hacéis magia, y volcarse así con los fans es algo que no hace todo el mundo. El momento en que bajaste del escenario para estar entre nosotros fue único, no había visto a nadie hacerlo, la gente hace camino y bailas como si estuvieras rodeado de amigos, increíble. Gracias por una gran noche, gracias por no enfadarte por dejarte ciego con las fotos, y gracias por esos preciados minutos que me regalaste. Simplemente GRACIAS.
¿Para cuándo la próxima?
Tal vez vaya a buscarte...
Se nota que te lo pasaste genial. Es estupendo. Y ten cuidado con el flash.
ResponderEliminarMe alegro de que lo disfrutaras. Un poco de buena música es lo mejor para alegrar una noche y hacerla perfecta!
ResponderEliminarUn beso guapa :D
Decir q lo pasé genial es poco Goyo :D
ResponderEliminarAri, fue una noche con una banda sonora perfecta :D
Soy mas de Cafe largo con hielo.
ResponderEliminar.-
Los escuché un día por casualidad y me encantó la canción Mi rutina preferida. mua!!
ResponderEliminarSeñor PuntoRaya, tú a tu bola eh?! jaja.
ResponderEliminarEstrógena, mi rutina preferida es una de mis canciones predilectas :D
un beso bonita!