Si me lo dicen hace unos años, no lo hubiera creído posible, pero ahora puedo decir que hacer ejercicio es uno de esos pequeños placeres que a mí me gustan.
La música me motiva mucho, y el aerobic y el step se han convertido en imprescindibles en mi rutina semanal. La adrenalina en el momento en el que parece que no puedes más pero aguantas y logras terminar la coreografía, es una sensación maravillosa.
Y luego el remate viene cuando llegas a casa y te duchas (lo siento pero lo de ducharme en el gimnasio no me convence porque yo soy de ducharme y ponerme el pijama, y no es plan de ir en pijama del gimnasio a mi casa). Te dejas la ropa preparada en el radiador, te metes en la ducha con el agua bien caliente y notas como los músculos empiezan a relajarse. La ducha de después de hacer ejercicio es una de las mejores cosas que hay. Momentazos impagables de esta vida :)
Ains, qué envidiaaaa!! Yo quiero llegar algún día a ese momento zen de disfrutar del deporte. De momento, la ducha si es un pequeño placer para mí... jajaja!!
ResponderEliminarBesotes!
Yo soy nueva en esto de sentir placer por el deporte, es más no me gustaba pero me apunté al gimnasio por una amiga, y estoy super contenta!! A ver si al final te animas :) muaaaaa*
EliminarQué razón tienes, o la ducha cuando tienes muchísimo frío. Es como un reconstituyente.
ResponderEliminarBesitos!
Y por cierto, leí tu correo, en cuanto tenga un huequito, te escribo :)
Cierto, la ducha para entrar en calor también es maravillosa :)
EliminarCuando tengas tiempo, ya sabes dónde me tienes :)
Estoy de acuerdo contigo, hace mucho tiempo me apunté a un gimnasio y lo que más recuerdo era la ducha después de aquellas malditas máquinas.
ResponderEliminarBesos
Es un momentazo de relax :D
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