Últimos minutos
Lleva horas durmiendo en su
cunita como un ángel. Tan sólo me quedan unos minutos para ultimar los
preparativos. No sé si podré hacerlo antes de que despierte, pero no me queda
otra opción. Las cosas no pueden seguir así, esto ha de acabar ya. Corro a mi habitación
y saco la navaja que tengo escondida. Me acerco a la cuna. El pequeño lanza un
suspiro y se mueve inquieto. Pronto despertará. Es ahora o nunca. Quito la
funda de la navaja y cojo un mechón de su pelo.
Tu navaja?Ja. No te lo crees ni tu clo.
ResponderEliminar.-
Una mujer puede guardar muuuuchas cosas escondidas ;)
ResponderEliminarQué suave :) Mejor un serrucho, acaricia más ...
ResponderEliminarBeso
Claro, con semejantes bolsos...pero tu navajas no.
ResponderEliminar.-
Para un serrucho ya me parece excesivo Tonetxo, jajaja.
ResponderEliminarPuntoRaya, xq no?? además, yo en el bolso llevo pocas cosas, lo imprescindible, soy de bolso pequeño, más q nada xq sino luego no encuentro nada! jajaja
http://piensaalgobonito.blogspot.com.es/
ResponderEliminarUn nuevo lugar a visitar :)
ResponderEliminarMe alegra q te haya gustado Cé, gracias, ese es exactamente el cometido del texto :)
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