Pequeños placeres de la vida 30

Ya dicen que más vale tarde que nunca. Y yo por fin he disfrutado de mi último regalo de cumpleaños. A primeros de junio recibí un vale para un masaje completo de espalda y piernas, y lo primero que pensé fue que nada más terminar el curso lo disfrutaría. Junio fue un caos, y julio y agosto han pasado en un suspiro, así que hoy, último día de agosto, ha sido el elegido.

Acabo de disfrutar de un pequeño gran placer que me ha dejado medio grogui.
Una hora de masaje en piernas y espalda (en las piernas me he acordado de toda la familia de mi entrenador de gimnasio, porque las tenía muy cargadas) de la que he salido pringosa como una sardinilla en aceite, pero de un relajado que daba miedo.

Creo que voy a tomar esto de los masajes como rutina cada vez que termine un curso. Regalos así, sí. 

¿Un error?

¿Un error?
La vida de una interina no es fácil: empiezas con sustituciones más cerca o más lejos de casa, no sabes con qué vas a encontrarte, ni cuánto tiempo durará esto. Yo de momento no tengo demasiadas quejas: he trabajado 4 años y todavía no he necesitado moverme de mi casa, he tenido dos cursos completos y un último año de sustituciones largas, una de 3 meses y otra de 5. De estas dos me llevo cosas maravillosas y un montón de aprendizajes. Pero hay algo que a veces dudo de si lo que he hecho está bien o ha sido un error: me he involucrado demasiado, hasta el punto que mantengo relación con dos mamás de dos niñas.

En el primer caso se trata de una de las niñas más maravillosas que he conocido, una niña especial que era ignorada por su tutora y que yo quise casi desde el primer momento en que la vi. Ha sido difícil trabajar con ella, pero a la vez ha sido tan gratificante... Su madre vio que su peque empezaba a cambiar y al final de mi tiempo en ese cole, decidí darle mi número. Quizá me dolía demasiado desaparecer del todo y no saber nada más de ella (aunque como interina es lo que se lleva, tener un bonito recuerdo y dejar que la vida pase) y lo cierto es que esa madre me ha ido contando los grandes logros de la niña, ha venido a verme a mi pueblo con ella y hemos entablado una bonita relación.

El segundo caso fue más o menos por un estilo. Una peque que pasaba de todo y la gran mayoría del profesorado tenía asumido que esa chiquilla pasaba de todo y no había nada que hacer, hasta que llegué yo y me puse pesada. Todo el mundo notó una mejoría con ella, tanto de actitud como de esfuerzo. No digo que fuera gracias a mí, porque todo niño tiene que madurar y quizá simplemente caí en ese momento a su lado, pero yo me siento partícipe, sobre todo en el momento en que su madre me dice que la niña no hace más que nombrarme en casa (nunca ha nombrado a nadie del cole) y que ahora está mucho más activa. Fue el otro día cuando hablé con ella y me dijo que la tarea de verano que le sugerí que podía hacer, la había hecho toda ella sola y sin errores. Me sentí tan orgullosa que no me salen las palabras. 

Uno de mis miedos cuando empecé a trabajar (e imagino que de mucha gente también) es saber si estaba capacitada para ello, si lo iba a hacer bien, si sería capaz de dejar huella. No sé si lo hago bien o mal, y obviamente me queda mucho por aprender todavía, pero si es cierto que he notado ciertas cosas que me hacen sentir bien y aunque es posible que me involucre demasiado, de momento me está dando buenos resultados, así que aunque sea un error, voy a seguir así.

Estrenamos nuevo blog

En noviembre hará 3 años que me embarqué en un proyecto maravilloso en el que hablamos de libros. Si sois habituales de mi blog, sabréis que hablo de El Buscalibros (y si no, ya tardáis). Comenzamos como algo pequeñito y ahora ya contamos con bastantes seguidores (mil gracias a todos vosotros!!), un equipo maravilloso, y la colaboración de varias editoriales que han confiado en nosotros. No podemos estar más contentos. 

Y es por eso, que no nos faltan las ganas y ahora nos hemos lanzado a la piscina con un nuevo blog. Esta vez nos atrevemos a hablar de cine y series en No todo es cine. Deseadnos suerte. Espero veros a todos por allí.


Larga vida al cine y las series :)
(Y a los libros, claro)