Bye bye 2012

Bye bye 2012
En unas horas diremos adiós a este año. Ya tengo ganas. No tengo muy buenos recuerdos que llevarme.

Cuando llegan estas fechas suelo hacer balance de lo bueno y lo malo que he tenido, y aunque muchas veces diga que he tenido mal año, luego resulta que veo cosillas que han sido buenas. Éste se lleva la palma: un catarrazo detrás de otro (por ser mi primer año currando lo he cogido tooooooooooodooooo), dos accidentes de coche (en ninguno he salido mal parada, sólo ha sufrido mi pequeño Skodeta, aunque del último aún está la cosa un poco complicada, esperemos que no acabe en juicio...), una de las mejores personas que existía se ha marchado y he dejado un enorme vacío en mi vida, la salud familiar está de capa caída, mi vida amorosa está hecha añicos... buff, es que leo lo que he escrito y me deprimo.


De cosas buenas... sigo trabajando (aunque sea poquito) y eso ahora es algo que hay que valorar mucho. Algo es algo. Además, mis peques son de las cosas más buenas que tengo, porque todos los días me siento querida y me sacan una sonrisa.

En unas horas diremos adiós a este año. Que se marche ya, con todo lo malo que me ha perseguido. Que el 2013 sea al menos un poquito mejor, creo que no será difícil. 
Siempre me ha gustado el número 13, el de la mala suerte. A mí siempre me ha traído cosas buenas, así que espero que este año sea más de lo mismo. Feliz noche a todos y que entréis con buen pie en el nuevo año.

Despedida y cierre

Despedida y cierre

Y así se cierran 8 años de mi vida. Podrían haber sido 6 si me hubiera negado a una última oportunidad, o incluso sólo 1 si hubiera actuado como debería haberlo hecho. Pero ya me lo dicen: de tan buena que soy a veces, soy tonta. 
Las relaciones son algo complicado. Mucho. Y más cuando se pretende ser alguien que no eres. Al final acaba saliendo la verdadera personalidad y las mentiras quedan al descubierto. 


Pronto hará 2 años que me embarqué en la peor decisión de mi vida. Por muy buenos momentos que haya pasado esta temporada, no quiero ninguno, ya que sólo han servido para agrandar una herida que ya podría haber cerrado hace mucho. Y es que me arrepiento con toda mi alma de no haber cerrado esa conversación (y todas las que vinieron) el día 1 de enero de 2011. Me arrepiento con toda mi alma de haberme entregado de nuevo a la persona que peor me ha tratado. 

Creía que esta vez era la buena, palabras y hechos parecían indicar que sí. Pero la gente no cambia. Nunca. Y para variar la que ha sufrido de nuevo, soy yo. He vuelto a ser la muñeca con la que has jugado hasta cansarte de nuevo. Pasito a pasito me dejé llevar, con muchas reservas al principio pero cerrando los ojos al final, y ha sido justo en ese momento, tras cerrar los ojos, cuando me han vuelto a dar la ostia. Creamos una burbuja que yo sentía como perfecta en muchos momentos, pero que tú has decidido pinchar cuando has querido sin importar que yo estuviera dentro y mi corazón volviera a romperse en mil pedazos. Y 8 años que has vuelto a borrar en un tiempo récord, como si nada hubiera importado. 

Esta historia ha tenido muchos inicios y lo que parecían muchos finales imposibles. Pero ahora es la buena. Este libro se ha cerrado. No cabe ni una sola palabra más en él. Y cuando digo ni una, es ni una. 

Contrariedades de la vida 30

Contrariedades de la vida 30
Llegas tarde. Llevas botines de tacón. Es de noche. No se ve tres en un burro. Bajas acelerada las escaleras y en el tramo del 3º al 2º, la luz se apaga. En mitad de salto te quedas que no sabes dónde poner los pies. ¿Y si justo ahora que se ha apagado la luz, me han cambiado las escaleras? (sabes que no va a pasar, pero se te queda una sensación de inseguridad...)

Frenazo en seco, y con cuidado a ver dónde pones cada pie.



Pa´haberme matado!!

Por si el mundo acaba mañana...

Por si el mundo acaba mañana...
Si estuviera en otro momento de mi vida, esta entrada seguramente sería en plan enamorada de la vida. No es ahora el caso. De hecho hay momentos puntuales en los que no me importaría que mañana petara todo y muy buenas tardes. Se nota que estoy de bajón, y encima estoy más sensible de la cuenta...

Si el mundo termina en unas horas sólo lamentaré no estar con una persona. Con la única que no me ha fallado y que siempre siempre está ahí intentando levantarme aunque ella esté peor que yo. 
Si el mundo termina mañana tengo que decir que me arrepiento con toda mi alma de dar segundas oportunidades (o terceras o cuartas) a quien no se las merece. 
Si el mundo acaba dentro de un rato me dolerá haber perdido la oportunidad de ser feliz por querer a quien no me quiso. 
Si el mundo explota mañana, cerraré los ojos y dedicaré un pensamiento a aquellas personas que están en mi vida ahora mismo. Y también pensaré en esas personas que han tenido que irse demasiado pronto de mi lado, porque digan lo que digan 86 años es demasiado pronto. 

Pero si el mundo continua donde está, seguiré con el cambio de chip que llevo, pero más allá. 
Me he dado cuenta de que hay gente a mi alrededor que me hacen más daño que otra cosa, por lo que no voy a gastar ni un segundo más con ellos. Voy a seguir con un par de proyectos que estoy segura me van a enriquecer mucho, tanto personal como profesionalmente. Voy a invertir mi tiempo en mí y en esos poquitos que merecen la pena, que aunque son poquitos, son muy grandes. 

Este año, los propósitos de año nuevo vienen un poco anticipados, y aunque rara vez cumplo con ellos, este año la cosa cambia. Es hora de cambiar. Volveré a ser la que era pero en versión mejorada :)

Simulacro de incendios

Simulacro de incendios
Era ayer por la tarde cuando estaba en clase con mis niños de 3 años. Se acaba el trimestre y estamos preparando el festival de navidad, y terminando de preparar cositas con ellos. Para ambientar la clase qué mejor que villancicos de fondo (si si, igual que en el mercadona), que con la música parece que los peques están más tranquilos (ya dicen que la música amansa a las fieras).

De repente, viene la profe de 4 años y abriendo la puerta a lo bruto (es que la puerta de mi clase va fatal, está medio atrancada y para abrirla hay que empujar a la fuerza) y nos dice que hay que salir de clase, que si no hemos oído el timbre. La verdad es que no. Y es que el timbre ha sonado porque tenemos simulacro de incendios. ¿Cómo voy a oír el timbre si tengo puestos los villancicos y a los niños cantando a "grito pelao"? Y además, el timbre está en otro edificio y ya nos hemos quejado muchas veces de que no se oye bien en el edificio de infantil. Vamos, que mis niños se han "sucarrao". Pobrecitos.Todo lo rápido que se puede, nos levantamos y hacemos fila. Tenemos a 3 peques dormidos y al final, como es un incendio de mentirijillas, los decidimos dejarlos en clase para que sigan durmiendo. Entonces una de mis niñas se pone a llorar y otro par preguntan que si nos vamos al patio a jugar o con las mamás. Qué caos. El caso, que cuando por fin salimos nosotros, el resto de alumnado ya está entrando de nuevo. 

En resumen, hemos suspendido el simulacro y nos hemos "chamuscao". Aisss...

El Buscalibros

Hace unos días ya dije por aquí que estaba metida en un nuevo proyecto bloguero, y que ya os contaría más adelante. Bueno, pues ha llegado el momento. Un buen amigo ha querido contar conmigo para llevar a cabo un nuevo blog en el que habláramos de libros, autores, relatos y demás cosillas del mundo de la literatura. 
Formar parte de algo así, un blog común donde conocer gente y hablar de algo interesante, era una de mis espinitas clavadas hace tiempo, así que no me lo pensé. 

Recuerdo que antes os comentaba títulos de libros que a mí me habían llamado la atención en esta sección de mi blog (In my  Mailbox) pero hace un tiempo que dejé de hacerlo. No sé muy bien el motivo, pero a partir de ahora podréis encontrarme aquí, a mí, y a otros geniales colaboradores. Espero que podáis sacar un ratito para hacernos una visita. Quién sabe, quizá encontréis algún título o autor que no conocierais y que os acabe gustando. 

El blog lleva todo este mes de diciembre en marcha y es esta tarde cuando yo voy a hacer mi particular estreno. 

Gracias Fran :) Bienvenidos a El Buscalibros.


¿Para qué debo escuchar a mi corazón? 
Porque no conseguirás jamás mantenerlo callado. Y aunque finjas no escuchar lo que te dice, estará dentro de tu pecho repitiendo siempre lo que piensa sobre la vida y el mundo.